Como periodista especializado en tecnología y creador de contenido digital, siempre estoy atento a las tendencias de la industria que van más allá de las simples especificaciones técnicas. A menudo hablamos de procesadores, pantallas, cámaras y software, pero pocas veces nos detenemos en el factor estético, ese componente que conecta el dispositivo con la personalidad de su dueño. En esta ocasión, el protagonista no es un chip ni un algoritmo, sino un color: el Pantone 17-1230 Mocha Mousse. Sí, Motorola se ha aliado nuevamente con Pantone para marcar tendencia en el diseño de smartphones y este tono promete darnos mucho de qué hablar en 2025.
Lo curioso es que vivimos en una época en la que la elección del color de un smartphone es casi tan importante como su sistema operativo. Los dispositivos se han convertido en extensiones de nuestra identidad y la estética es uno de los pilares que las marcas están capitalizando con mayor fuerza. Pantone, reconocido a nivel mundial por definir las paletas cromáticas que marcarán el rumbo del diseño, ha elegido Mocha Mousse para fusionar lo orgánico con lo sofisticado. Este color aporta una calidez terrenal que, al entrar en contacto con el metal y el cristal de un smartphone, genera un contraste elegante y actual.
En un mercado saturado de tonos básicos —el clásico negro, el blanco minimalista y el plateado estándar—, la propuesta de Motorola se siente refrescante. Ya lo vimos el año pasado con el arriesgado Viva Magenta, que marcó tendencia y dejó claro que la marca entiende el poder de la distinción cromática. Ahora, Mocha Mousse busca conectar con un público que valora la calidez, la naturalidad y un guiño sutil a lo artesanal, sin perder el foco en la innovación tecnológica.
La elección de este color no es casualidad; representa una respuesta a nuestros tiempos: la tecnología no solo es una herramienta funcional, sino un accesorio que llevamos a todas partes y que nos acompaña en reuniones, viajes y momentos de ocio. En mi experiencia como estratega digital, he notado cómo la estética de un dispositivo influye directamente en la percepción de su valor. Un color distintivo puede hacer que un smartphone destaque en un mar de opciones similares, ayudando al usuario a conectar emocionalmente con su compra.
Por otra parte, el tono Mocha Mousse no choca con las tendencias de minimalismo y bienestar digital. Lejos de ser un color estridente, su calidez invita a la calma, a la concentración y al confort. Imagine un entorno donde cada vez buscamos desconectarnos del bullicio visual. Un smartphone en Mocha Mousse encaja perfecto con la idea de una vida más equilibrada, donde la tecnología se integra con sutileza a nuestro día a día.
Además, esta nueva paleta cromática abre la puerta a posibles combinaciones con accesorios, fundas y wearables. Desde mi perspectiva, es una estrategia inteligente que beneficia a la marca y al consumidor: brinda una identidad visual fuerte, fácil de recordar, y a la vez ofrece la posibilidad de personalizar aún más la experiencia tecnológica.
La colaboración entre Motorola y Pantone es un recordatorio de que la innovación no se limita a la velocidad de carga o al número de megapíxeles. La forma en que vemos y sentimos nuestros dispositivos es igual de relevante. Como periodista y experto en el sector, celebro esta tendencia hacia la identidad estética y espero ver cómo Mocha Mousse influye en los futuros lanzamientos. Si 2025 será el año de este color, prepárense: la tecnología seguirá buscando la manera de deleitarnos más allá de las pantallas y chips, para seducirnos también a través de la mirada y el estilo.
