Deliver At All Costs, el nuevo simulador de mensajería

En este artículo, exploro el juego Deliver At All Costs, el frenético simulador de mensajería de Konami y Studio Far Out Games ambientado en una isla ficticia de los años 50, donde la física y la destrucción se convierten en protagonistas. A través de misiones repletas de choques, objetos absurdos y un humor satírico que roza lo irreverente, el juego ofrece un sandbox vehicular vibrante y lleno de acción, respaldado por un apartado gráfico de cómic animado y una banda sonora evocadora de la época.

Aunque su narrativa y estructura episódica muestran altibajos y pueden resultar repetitivos, la experiencia destaca por su locura arcade y su capacidad para reinventar el género con situaciones insólitas. Ideal para quienes buscan pura diversión destructiva, esta reseña te guiará sobre si vale la pena sacrificar coherencia argumental en favor del caos más entretenido.

En este título encarnamos a Winston Green, un técnico desempleado que acepta un puesto en la empresa We Deliver para poder pagar el alquiler. La acción transcurre en la ficticia isla de St. Monique, ambientada a finales de los años 50, donde cada calle y edificio se convierte en escenario de entregas imposibles y situaciones tan absurdas como divertidas.

El corazón del juego es un sandbox de conducción donde la física y la destrucción mandan. Desde el primer minuto, los choques contra vallas, árboles y muros generan cascadas de escombros que transforman cada carrera en un espectáculo audiovisual. Las mecánicas recuerdan a Crazy Taxi, pero llevadas al extremo gracias a envíos como un gigantesco marlín que se mueve en la caja del camión o máquinas de globos que elevan el vehículo diversos metros en el aire.

Me sorprendió también la profundidad narrativa y el humor irreverente de sus escenas cinemáticas: caricaturas de empresarios corruptos, diálogos cargados de sátira social y un trasfondo sobre la precariedad laboral que, aunque ligero, otorga una pizca de reflexión en medio del caos.

En cuanto al apartado técnico, Deliver At All Costs deslumbra con una paleta cromática vibrante y texturas detalladas que evocan un cómic animado de los años 50. La banda sonora replica jingles y ritmos de la época, y el conjunto mantiene un rendimiento sólido tanto en consolas como en PC. La demo optimizada para Steam Deck demuestra que es perfectamente jugable en portátil sin perder fluidez.

Sin embargo, no todo es brillante: la estructura episódica de misiones muestra altibajos. Algunas entregas se convierten en desafíos memorables, mientras que otras caen en la repetición y la falta de variedad. La narrativa, tras un inicio prometedor, sufre bajones y giros que rozan lo pretencioso, lo que puede desconectar a quien busque un hilo argumental más coherente.

En definitiva, Deliver At All Costs es una experiencia única que combina con acierto locura arcade y libertad destructiva. Lo recomiendo sin dudar a quienes disfruten de un sandbox vehicular desenfrenado y repleto de situaciones insólitas; no obstante, si tu prioridad es un mundo abierto rico en contenido narrativo y variedad de misiones, quizá encuentres sus incongruencias algo frustrantes.

Comparta este post

EPISODIO PODCAST

Más contenido que le podría interesar